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Es muy probable que hayas conocido a un mal cliente si ya tienes tiempo en el mundo de los negocios. Hay emprendedores que parecen haber nacido con un campo de fuerza que los protege de estos consumidores dañinos, mientras que otros parecen atraerlos como hormigas a un pícnic.
¡No te desesperes! Si tu caso es el segundo, puedes aprender a identificar a estos malos usuarios antes de que se vuelvan un verdadero problema para tu negocio.
Conoce los diferentes tipos de clientes que NO necesitas:
1. Los que te hacen perder el tiempo
El tiempo es dinero y el éxito financiero de tu negocio depende de tu trabajo eficiente. Los compradores que te dicen querer una cosa y luego cambian de parecer una y otra vez después de que les has entregado lo que dijeron desear en diversas ocasiones hacen que seas menos productivo. El día tiene pocas horas productivas así que no puedes perderlas con aquellos consumidores que solo interrumpen tu ritmo de trabajo.
2. Ladrones de energía
La energía es uno de los recursos más importantes de los emprendedores. Los clientes que no se comunican bien o no colaboran contigo, simplemente te roban la fuerza. Pueden ser desde personas pasivo agresivas hasta aquellas que llegan al abuso verbal directo, y lo peor es que su negatividad se contagia. Trata de alejarte de estos “vampiros energéticos” antes de que te infecten.
3. Los regateros crónicos
Los clientes que constantemente te exigen que bajes tus precios realmente no valoran lo que ofreces y probablemente nunca lo harán. Es totalmente aceptable no tener fondos cuando se comienza y usar promociones para darse a conocer, pero no olvides cuánto vale tu trabajo y que debes fijar límites razonables a tus descuentos.
4. Los indecisos que jamás compran
No hay nada de malo en conocer todas las opciones del mercado antes de comprometerte con un vendedor y proveedor. El problema surge cuando esta actitud es un patrón que se repite constantemente. Cuidado. La indecisión de este tipo de clientes puede ser una señal de que esta conducta se repetirá una vez que empiecen a trabajar juntos.
5. Los críticos extremos
Algunos clientes nunca quedan satisfechos, sin importar que hagas para complacerlos. Cuando los consumidores hacen críticas a tu trabajo, debes validar qué tan ciertas son sus opiniones y hacer los cambios que se te piden. Pero algunos clientes se dedican a encontrar errores en todo lo que haces y para ellos nada de lo que ofreces es suficientemente bueno. Es mejor no lidiar con este tipo de personas.
6. Los que tardan en pagar
Tienes un negocio que manejar que necesita un flujo de efectivo estable, así que no puedes mantener la salud de tu operación si tienes clientes que no te pagan. Las personas que constantemente se retrasan en sus obligaciones contigo no valoran tu trabajo. Es indispensable que te defiendas con fuerza cuando estos consumidores no te pagan. Si tú cumpliste con ellos, ellos deben cumplir contigo.
No puedes perder tu tiempo generando una relación con malos consumidores. Evítalos para así tener más tiempo de enfocarte en aquellos usuarios que sí sepan apreciar lo que tienes.
FUENTE: www.entrepreneur.com